¿Tienes todo lo que se necesita para ser un(a) emprendedor(a) exitoso(a)?

Iniciar tu propio negocio puede sonar muy atractivo. Las razones más comunes son: ser tu propio jefe, decidir cuándo y cómo trabajar, así como tener un control de los ingresos que te permitan tener una vida mejor.

Sin embargo, existe el otro lado de la moneda de los empresarios, un precio del que poco se habla y es el precio psicológico que hay que pagar por estar al frente del negocio.

Los Retos

Existe un tipo de aislamiento social del que poco se habla. Sin importar que tan ajetreado sea un día y que a menudo se encuentre interactuando con proveedores, clientes y empleados, las inquietudes personales quedan en segundo plano.

El balance entre la vida laboral y la vida personal es un reto difícil de sortear. La escasez de tiempo libre y un cuidado personal inadecuado pueden conducir fácilmente a complicaciones incluso de salud.

Donde hay problemas, hay oportunidades. 

Pero utilizando ese espíritu emprendedor al encontrar un problema, siempre se encuentra una oportunidad. Entre otras; oportunidad para desarrollar la fortaleza mental.

A continuación, encontrarás 10 actividades para desarrollar y fortalecer tu mente:

Autodisciplina

Esta es una habilidad que se aprende y se mejora con la práctica. Cada día tienes la oportunidad de enfocarte y ser productivo o de procrastinar; tú eliges.

Toma riesgos (calculados)

Estudia e investiga bien el grado de riesgo a tomar antes de decidir. Contempla otras opciones y ve el panorama desde distintos ángulos para ayudarte a tomar la mejor decisión. 

Equilibra tus emociones

Es importante reconocer cómo te sientes y entender cómo esas emociones afectan tus decisiones. Al estar muy emocionado aumentas el positivismo sobre alguna decisión, así como el estar deprimido puede llevarte a conformarte con pocos resultados. Encuentra el equilibrio emocional.

Tu responsabilidad

Cuando tú estás a cargo, no hay nadie a quien culpar, excepto a ti mismo. Eso no significa que no sea tentador presentar excusas. Busca explicaciones, pero no pongas excusas cuando las cosas no salen como están planeadas.

Maneja el estrés de una manera saludable  

El estilo de vida agitado puede hacer que renuncies a hacer ejercicio o tomar una copa de vino cuando estás estresado. Sin embargo, el cuidado personal es importante si deseas tener el máximo rendimiento. Haz tiempo para ti y tus seres queridos.

Retrasar la gratificación

Es normal que tu negocio crezca rápido. De la misma forma, hacerse demasiado grande demasiado rápido puede ser un problema. Practíca retardar la gratificación todos los días, incluso en las pequeñas cosas que haces.

Dile adiós a tus miedos

Si te pidieron que dieras una presentación o estás pensando en lanzar un nuevo producto o servicio, no dejes que la ansiedad te detenga. Enfréntate a tus miedos y sal de tu zona de confort. 

Pide ayuda

Reconoce que no puedes encargarte de todo requiere de tener fortaleza mental. Delega aquellas tareas a alguien que tenga mejores habilidades. No te guardes los problemas para ti, recurre a alguien que te brinde apoyo emocional y te escuche.

Recupérate de tus errores rápidamente

En lugar de esconder tus errores y crear excusas, acéptalos. Reflexiona sobre ellos el tiempo suficiente para aprender de ellos y enseguida, comprométete a usar esta experiencia y conocimiento la próxima vez.

Un paso a la vez

No te compares con otros empresarios o amigos, esto puede resultar perjudicial y te alejará de tu objetivo. La única persona contra la que deberías competir, eres tú mismo. Esfuérzate por mejorar día a día.